Cómo crear un hogar lindo y funcional cuando tienes niños pequeños
Tener hijos pequeños cambia todo… incluso la manera en la que vemos nuestra casa. De pronto el piso se llena de juguetes, los sillones necesitan sobrevivir a manitas pegajosas y tu sala empieza a parecer más un cuarto de juegos que un espacio de descanso. Y aunque es normal sentir que toca renunciar al estilo, la verdad es que sí se puede tener un hogar bonito, práctico y seguro al mismo tiempo. Te comparto algunas ideas para lograrlo.
Menos es más: el minimalismo como aliado
Cuando hay niños, el desorden llega solo. Por eso, entre menos cosas tengamos, más fácil será mantener todo bajo control. No se trata de vivir en una casa vacía ni aburrida, sino de elegir bien qué entra en tu hogar: muebles que realmente uses, decoración que te encante y soluciones de almacenamiento que escondan lo que no quieres ver todo el tiempo. El resultado es un espacio más limpio, con menos caos visual y sobre todo, más tranquilidad para ti.
*Pro tip: Asegúrate que tu mobiliario y decoración vayan acorde a la proporción de tu espacio para lograr un espacio armonioso y visualmente balanceado.
Elige bien tu mobiliario y decoración, en el interiorismo hacemos que cada elemento tenga una intención y así logramos balance visual. No se trata de poner demasiadas cosas, sino que las que escojas hagan la diferencia.
Muebles multifuncionales
Los muebles multifuncionales son los mejores amigos de las familias con niños. Piensa en un otomán que guarde juguetes, una mesa con cajón que se esconde cuando no se usa, un sofá con fundas lavables o una banca para tu desayunador con espacio de almacenamiento. Además de ahorrarte espacio, hacen que la casa se sienta más organizada y práctica pues tu mismo mobiliario es el que guarda todo lo que tus pequeños puedan usar durante el día, además de que queda al alcance del lugar en donde juegan.
Orden al alcance de todos
El orden no tiene que ser solo tu responsabilidad. Si pones estantes bajitos, cajas o canastas accesibles, tus hijos podrán guardar sus cosas ellos mismos. Sí, al principio puede ser un reto (y seguro no quedará perfecto), pero poco a poco se convierte en un hábito que les da independencia y a ti te quita una carga. Además, enseñarles a participar en el orden desde pequeños es un regalo para toda la vida.
Las canastas son atemporales, brindan textura y calidez a cualquier espacio. De preferencia busca que tengan tapa.
Muchas veces pensamos que un hogar con niños tiene que ser caótico, pero la realidad es que sí se puede mantener un espacio bonito y a la vez funcional. La clave está en elegir productos resistentes y fáciles de mantener, implementar rutinas de organización sencillas y seleccionar detalles decorativos que reflejen tu personalidad. No se trata de llenar la casa de objetos costosos, sino de apostar por elementos inteligentes: un buen tapete fácil de limpiar, un sofá práctico, muebles con doble uso. Al final del día, el lugar donde tus hijos crecen también es el espacio donde tú descansas, recibes visitas y disfrutas tu tiempo. Y por eso merece ser tan estético como funcional.